Capítulo 4 (Final)
Aquel
lejano país, con un buen Sistema Sanitario hasta que se impulsó la construcción
del Faro "privatización sanitaria" como medida para un ahorro
económico cifrado en 131 millones de €uros, en aquel momento del cuento, poseía
una situación indeseable resultado de las ventajas económicas de algunas
empresas, fruto por el que tendrían que pagar un alto precio los Ciudadanos
pacientes.
¡¡Entonces!!
salió a la poca luz que se abría paso esporádicamente en aquel lejano país, la
verdadera intención del Gobierno malvado: el traspaso de un alto presupuesto
sanitario, de hasta 6.000 millones de €uros a una serie de empresas afines, sin
querer levantar sospechas y sabiendo que las contrarreformas sanitarias
tendrían elevado coste político para el partido que las lleva a cabo. En
definitiva, los cimientos del Faro no podían sustentar ni un pequeño castillo
de naipes.
Lo
primero que se pretendió, fue retirar los ladrillos que ya se habían
amontonado, se querían erradicar los cimientos poco fiables del Faro, en
definitiva, revertir la "privatización sanitaria" y volver a la
sanidad pública, enmendando de esa forma los sobrecostes que habían caído sobre
los constructores del Faro.
Así,
Con el objetivo de aportar luz a aquel país, embebido en las tinieblas opacas
de la Maldición Oscura "crisis económica", fueron surgiendo múltiples
alternativas a la construcción del Faro. Se trataba de otras posibles construcciones
que facilitarían las sostenibilidad del Sistema Sanitario, sin acarrear consigo
inconvenientes, sin convertir la salud en un mercado que asegurase una
rentabilidad económica a costa de los beneficios de salud.
Algunas
de aquellas alternativas al Faro fueron dotar a la financiación de un carácter
finalista, mejorando así la cohesión del Sistema Sanitario, la despolitización
de la gestión sanitaria, la creación de una Agencia de compras que evitase
entre otras cosas, el uso ineficiente de tecnologías, empuje de Agencias de
Calidad y Eficiencia Asistencial, la tendencia a formar Unidades de Gestión
Clínica, la disminución del gasto farmacéutico, mediante la prescripción
universal de genéricos, la instauración de sistemas de ahorro logístico, la huída
de duplicidades en el seno de la burocraticidad, la reordenación y eliminación
de alquileres de edificios dependientes de la Consejería de Sanidad, la compra
centralizada de fungibles, hemoderivados y otros recursos necesarios, la
optimización y mejora de los procedimientos en pacientes ingresados mediante el
acortamiento de los ingresos, la potenciación de la atención primaria, como
principal arma para alcanzar la eficiencia, para lo cual se propuso la
suspensión en la apertura de algunos hospitales como el de Collado Villalba,
orientando esfuerzos a la apertura de nuevos centros de salud y la suspensión
del copago hospitalario.
Por
fin, el Faro "privatización sanitaria" fue borrado de la faz de aquel
lejano país, los Ciudadanos pacientes respiraron tranquilos, fueron felices y
comieron perdices, pero, precavidos y advertidos por el Consejo de Sabios sobre
los restos latentes bajo tierra de algunos cimientos del Faro supervivientes y
aunque en silencio, latiendo aún bajo los pies de aquel país, los Ciudadanos
pacientes durmieron con un bote de sal de frutas en las mesitas de noche que
vigilaban sus sueños, no fuera a ser que las perdices acabaran sentando mal a
sus maltrechos estómagos.
YUYI
Aquel
lejano país, con un buen Sistema Sanitario hasta que se impulsó la construcción
del Faro "privatización sanitaria" como medida para un ahorro
económico cifrado en 131 millones de €uros, en aquel momento del cuento, poseía
una situación indeseable resultado de las ventajas económicas de algunas
empresas, fruto por el que tendrían que pagar un alto precio los Ciudadanos
pacientes.
¡¡Entonces!!
salió a la poca luz que se abría paso esporádicamente en aquel lejano país, la
verdadera intención del Gobierno malvado: el traspaso de un alto presupuesto
sanitario, de hasta 6.000 millones de €uros a una serie de empresas afines, sin
querer levantar sospechas y sabiendo que las contrarreformas sanitarias
tendrían elevado coste político para el partido que las lleva a cabo. En
definitiva, los cimientos del Faro no podían sustentar ni un pequeño castillo
de naipes.
Lo
primero que se pretendió, fue retirar los ladrillos que ya se habían
amontonado, se querían erradicar los cimientos poco fiables del Faro, en
definitiva, revertir la "privatización sanitaria" y volver a la
sanidad pública, enmendando de esa forma los sobrecostes que habían caído sobre
los constructores del Faro.
Así,
Con el objetivo de aportar luz a aquel país, embebido en las tinieblas opacas
de la Maldición Oscura "crisis económica", fueron surgiendo múltiples
alternativas a la construcción del Faro. Se trataba de otras posibles construcciones
que facilitarían las sostenibilidad del Sistema Sanitario, sin acarrear consigo
inconvenientes, sin convertir la salud en un mercado que asegurase una
rentabilidad económica a costa de los beneficios de salud.

YUYI
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